Geisha: Mujer artista 芸者

Una Geisha (pronunciado Gueisha), es una mujer de la cultura japonesa que representa el arte y el tradicionalismo. Aun existen, pero su número ha disminuido de 30.000 a 1.000. Estas mujeres, solían ser vendidas desde su niñez a casas de Geishas en las cuales iniciarían sus entrenamientos.

La tradición de basarse en elementos como El Shakunachi (Flauta de Bambú), El Taiko (Tambor), Sado (Ceremonia de té), literatura, poesía, arreglos florales, entre otros, aun perdura.

Las Geishas usualmente son contratadas a través del sindicato de Geishas y se les suele ver en eventos realizados tradicionalmente, en casas de té. El tiempo de su estadía en los eventos, es medido por lo que se demora un palo de incienso consumiéndose.

Generalmente, las Geishas son consideradas como prostitutas Japonesas, lo cual es un error de ignorancia; Las Geishas son mujeres con alta reputación y las verdaderas prostitutas (llamadas Oiran) eran mujeres entregadas al arte del placer sexual que incluían en su rutina bailes, poesía, caligrafía y conversación.
Las Geishas, no podían contraer matrimonio. Aquellas que lo hiciesen, deberían abandonar su vida como mujeres artistas. Sin embargo, aunque no suelen casarse, no es poco común que muchas tengan hijos.

Apariencia de una Geisha:

El maquillaje de una Geisha, es esencial para su desempeño y reconocimiento. Los primeros años de la vida de una mujer como Geisha, su “Hermana mayor” le ayuda a aplicarse el maquillaje. Cuando una mujer ejerce tres años, su maquillaje pasa a ser más natural y maduro. Para no arruinar el Kimono (Vestimenta tradicional de una Geisha), la mujer se maquilla antes de ponérselo.

Las principales características de su maquillaje, suelen ser una base gruesa de polvo blanco, dando la apariencia de una máscara (Es importante que el área de el cuello quede sin maquillaje, para resaltar su erotismo), labial de color rojo para sus labios y finalmente se resaltan las cejas y ojos.

Las mujeres con más de treinta años, usan la base de polvo blanca solo para ocasiones que lo requieran, y se muestra diariamente su belleza natural, a diferencia de las jóvenes.
Su peinado, es siempre un moño adornado por diferentes peines. El cabello totalmente recogido y la cara descubierta.
La tradición de mostrar la madurez con objetos y maquillajes apagados, también se aplica en su vestimenta. Las Geishas jóvenes usan coloridas prendas, que al madurar, cambian por colores tenues.

Para finalizar, las Geishas son altamente valoradas y respetadas en Japón, son un ícono de reconocimiento y cultura, arte y resplandor. En épocas pasadas, fue tomada como el prototipo ideal de mujer, donde el respeto era el centro de la sociedad japonesa y ahora se añade a hacer parte de la fúlgida y extensa cultura de Japón, de la cual, aun nos falta mucho por aprender.