Realmente, el Shintoismo (Religión antecesora al Budismo) no parecía preocuparse mucho por la muerte, ni por el concepto de recompensa o castigo, todo ello era desconocido, pues preferían situarse en el presente y no en salvaciones remotas. Fue entonces aproximadamente en el año 552 que el Budismo entro en Japón dando aquel concepto de recompensa y castigo a sus seguidores, en aquel punto se desarrolló un concepto de infierno muy similar al universo cristiano de la condenación, el mundo de los pecadores; El jigoku, compuesto por dieciséis regiones, ocho de fuego y ocho de hielo.
Castigos: Al ser juzgados por Enma-ho (Soberano del jigoku) quien recibe a los varones y su hermana que recibe a las mujeres, les es asignado una de las dieciséis regiones tras el juicio según las ofensas cometidas. El ofensor, ve sus errores en un gigantesco espejo haciéndolo revolcarse del remordimiento. |
Salvación: La única manera de salvarse es a través de la intersección de Bosatsu o Bodhisattvas, entidades santas que ya alcanzado su máximo nivel de iluminación aplazan su llegada al nirvana con la intención de ayudar a todos los seres orientándolos hacia un estado más ilustrado. |
Muy buena la historia, y bien redactada, escrita explico prácticamente todo; el castigo el remordimiento y los espíritus de mas alta clase los salvadores, es tan interesante que lo deja a uno con ganas de leer mas.
ResponderEliminarGracias por el articulo, un abrazo; es de mucho interes y al mostrar los nombres nativos en la tradicion, estamos accesibles a una amplia bibliografia al respecto
ResponderEliminarGenial el artículo
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